Sirve principalmente para el cuidado de la piel y suele combinar vibración, calor y luces LED de diferentes colores, cada una con un propósito estético:
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Luz roja (como la que se ve en tu foto): estimula la producción de colágeno, ayuda a mejorar la elasticidad, reducir arrugas y líneas finas, y dar un aspecto más firme y rejuvenecido.
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Luz azul: combate bacterias que causan acné, ayudando a reducir granitos e imperfecciones.
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Luz verde: calma la piel, ayuda a unificar el tono y disminuir manchas.
Además, el masaje con calor y vibración favorece la circulación sanguínea y la absorción de cremas o sérums faciales.